Estudios sobre el SPA

Ultimos estudios (pendiente de traducción)

 

Estudio conjunto de No Más Silencio con la Universidad Francisco de Vitoria sobre el SPA

27 Junio 2015. La Escuela de Enfermería de la Universidad Francisco de Vitoria de Madrid ha realizado un estudio en base a nuestros cuestionarios (anónimos) del SPA. Se han evaluado más de 60 cuestionarios de nuestras pacientes españolas y estas son las conclusiones (ver)


Macro-estudio revela que el aborto aumenta un 81% el riesgo de enfermedad mental grave

LONDRES, 9 de septiembre 2011 (Notifam) – Un nuevo estudio publicado el pasado 1 de septiembre en la Revista Británica de Psiquiatría (British Journal of Psychiatry), determinó que las mujeres que se sometieron a un aborto, experimentaron un aumento de riesgo en problemas de salud mental, en un 81%. El estudio también determinó que casi el 10% de todos los problemas de salud mental de las mujeres estaban directamente vinculados al aborto.

El estudio, realizado por Priscilla K. Coleman, una profesora de Desarrollo Humano y Estudios de Familia en la Universidad Estatal Bowling Green (Bowling Green State University) en Ohio, EEUU, está basado en un análisis de 22 estudios y de 36 medidas de efecto, con un total de 877,181 participantes, de las cuales 163,831, habían pasado por la experiencia de un aborto provocado. El estudio tuvo en cuenta los problemas de salud mental anteriores al aborto.

Leer más

Investigadores pro-abortistas reconocen la existencia del “Síndrome Post-aborto” 

Hay más de medio millón de afectadas en EEUU 
                                                                                     
            

24-08-2000.- Investigadores pro-abortistas cuyos estudios aparecen en el número de agosto de los Archives of General Psychiatry han reconocido que algunas mujeres experimentan el síndrome post-aborto (SPA). El equipo de investigadores dirigido por la Dra. Brenda Major diagnosticó el SPA a un 1’4% de una muestra de mujeres que habían abortado dos años antes. Los anti-abortistas celebran este reconocimiento pero insisten en que los investigadores sólo han identificado “la punta del iceberg”.

"Incluso con el índice tan bajo hallado en este estudio, el impacto es enorme”, afirma el Dr. Vincent Rue, el primero en proponer el SPA como una variante del trastorno de stress post-traumático (PTSD) en 1981.  "Considerando que hay 40 millones de abortos desde 1972, esto daría 560.000 casos de SPA." 

Rue también señala que muchas mujeres del estudio manifestaron sufrir trastornos psiquiátricos de menor intensidad que el SPA. Veinte por ciento de las mujeres del estudio de Major experimentaron depresión. Asimismo, al preguntarles si volverían a abortar, un 31% respondían que no o tenían dudas. “Como la ambivalencia es un buen predictor de problemas post-aborto,” afirma Rue, “es probable que muchas de estas mujeres estén sufriendo algunos síntomas leves del Síndrome Post-aborto”.

A diferencia de Rue, el equipo de investigadores de Major se centró en la ausencia de problemas entre la mayoría de las mujeres que habían abortado. Llegaron a la conclusión de que “la mayoría de las mujeres no experimentan problemas psicológicos o arrepentimiento por causa de su aborto dos años después, pero algunas sí. Las que sí lo experimentan suelen tener un historial previo de depresión.”

El Dr. David Reardon, que dirige una Asociación de investigación y asistencia post-aborto llamada Elliot Institute cree que esta relación con la tendencia a la depresión demuestra la necesidad de un mejor asesoramiento psicológico y selección de las mujeres que solicitan un aborto. “También confirma los numerosos estudios anteriores que mostraban que los problemas psicológicos empeoran después de un aborto, en vez de mejorar.” Apunta también que “El mayor fallo del estudio de Major es el alto índice de abandonos y negativas. Aunque las mujeres recibían una gratificación por participar, el 15% de las mujeres inicialmente seleccionadas se negaron a participar, y el 50% de las que participaron inicialmente se negaron a asistir a las entrevistas de seguimiento. Los estudios han demostrado que las mujeres que sufren reacciones negativas post-aborto no suelen querer participar en investigaciones sobre el tema.”

Esta crítica está apoyada por un estudio reciente que reveló que las mujeres que se negaban a participar en entrevistas de seguimiento post-aborto se ajustaban a las características de las mujeres que sufrían un mayor trauma post-aborto. La Dra. Hanna Söderberg, autora principal de ese estudio, informó que “para muchas de esas mujeres, el motivo para no participar parecía ser un sentimiento de culpa y remordimiento del que no querían hablar. La respuesta solía ser: “No quiero hablar de ello. Sólo lo quiero olvidar”.

El equipo de la Dra. Söderberg realizó entrevistas un año después del aborto y halló que alrededor de un 60% de las mujeres de su muestra de 854 mujeres habían experimentado trauma emocional después de sus abortos. Este trauma se clasificó como “grave” en un 16% de los casos, precisando asistencia psiquiátrica. Además, un 70% afirmó que no volverían a abortar si tuvieran otro embarazo no deseado.

Reardon y Rue llamaron la atención sobre otro aspecto de la investigación de Major: “El estudio de Major muestra claramente la existencia de reacciones retardadas. Encontró que los sentimientos negativos y la insatisfacción con la decisión de abortar aumentaban con el paso del tiempo, incluso entre su población de bajo riesgo. Además, sólo una minoría de mujeres dijeron tener emociones positivas y, en general, no citaron efectos beneficiosos derivados de su aborto. Esta ambivalencia general acerca de su aborto, combinado con la tendencia a un aumento de reacciones negativas contradice la afirmación de que el aborto es, en general, beneficioso para las mujeres.”

Aunque Major y sus colegas se centraron principalmente en los efectos psicológicos del aborto, también hallaron que un 17%  de mujeres experimentó problemas físicos como hemorragias o infecciones pélvicas asociadas al aborto. “Esta tasa es más alta de lo que reconocen los abortistas”, afirma Rue, “y los centros abortistas no suelen informar a las mujeres de esta tasa de complicaciones clínicas.”

Estudios citados:

Major, B., Cozzarelli, C., Cooper M.L., Zubek, J., Richards, C.,  Wilhite, M.,  Gramzow, R.H. (2000). Psychological responses of women after first-trimester abortion. Arch Gen Psychiatry. 57(8):777-84.

Söderberg, H., Andersson, C., Janzon, L., & Sjöberg, N-O. (1998).  Selection bias in a study on how women experienced induced abortion. European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology, 77:67-70.

Söderberg, H., Janzon, L., & Sjöberg, N-O. (1998).  Emotional distress following induced abortion: A study of its incidence and determinants among abortees in Malmo, Sweden. European Journal of Obstetrics & Gynecology and Reproductive Biology, 79:173-178.

Los pro abortistas reconocen que existe el Síndrome post aborto

Después de años de subestimar y hasta negar los efectos adversos del aborto para la mujer, Paternidad Planificada (P.P.), el mayor proveedor de abortos de toda la nación, ha confirmado finalmente la realidad, según sus propios documentos internos. El documento de estrategias "Plan de Tres Años y Programa de Objetivos a Largo Plazo, 1990-1993", cita estudios que no han sido publicados por su organización investigadora afiliada, el Instituto Alan Guttmacher, que confirman la validez de los estudios de los dirigentes pro-vida acerca del Síndrome post aborto (SPA). Dichos estudios habían sido tachados de ridículos anteriormente por los que promueven el aborto.

El documento dice: "Una serie de estudios y encuestas de los que se oponen al aborto (incluyendo el Estudio Reardon/WIC y la Encuesta Grant), han mostrado que la incidencia del trauma post aborto para clientes de abortos quirúrgicos, puede llegar a alcanzar hasta un 91% de todos los casos". Continúa el documento: "Algunos informes recientes del Instituto Alan Guttmacher, que no han sido publicados, indican que el alcance del problema puede haber sido correctamente calculado en dichos estudios..." (pg.29)

Convencidos de que tienen que hacer algo por las mujeres que sufren el Síndrome post aborto, los abortistas han confeccionado sus propios programas para responder a esta necesidad tan real. En Dallas, Texas, la clínica de abortos de la calle Routh, y la cadena nacional "Choice", tuvieron recientemente una reunión para ofrecer a sus clientas su nueva versión del programa de recuperación post aborto. Ellos utilizan ejercicios "bioenergéticos" y de grupo como los que emplea el movimiento de la Nueva Era, incluyendo "visualización de imágenes" y técnicas para "adquirir control a través de la ira".

"Reunidas unas cien mujeres comenzamos compartiendo el sentir de las mujeres que deciden realizarse un aborto o ya lo han hecho. Los sentimientos incluían: culpa, temor total, idea de asesinato, soledad, depresión, miedo a quedar estériles, miedo a la muerte, miedo a no ser aceptadas después por los compañeros". (Taller: Mujer, Aborto e Iglesia Católica, IV Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe).

"He acompañado a muchas mujeres al cuarto de operaciones, sosteniéndolas y sufriendo con ellas, compartiendo su miedo y dolor, sentimientos tan intensos que salía de allí destruida y exhausta. También... he llorado con estas mujeres por esa vida que no pudo llegar a ser". (Frances Kissling, Presidenta, Católicas por el Derecho a Decidir, Boletín "Conscience" de dicha organización, mayo/junio de 1989.)

Es obvio que toda mujer que aborta queda profundamente afectada, aunque no quiera o no pueda reconocerlo. Generalmente puede reaccionar de dos maneras al darse cuenta del error cometido: con arrepentimiento o con negación. Muchas mujeres que defienden y promueven el aborto en realidad lo hacen para tratar de justificar su propia decisión. La ira y el activismo antivida constituyen para ellas un mecanismo de defensa, un modo de no tener que lidiar con sus verdaderos sentimientos. Sin embargo, aquellas que se arrepienten escogen el mejor camino, un camino que al principio es difícil, pero que las llevará eventualmente a la sanación interior. Para ellas hay esperanzas, pues Dios en su infinita misericordia siempre perdona todo pecado por grave que sea, con tal de que nos arrepintamos.

___________________________________________________________________________________

Estudio sobre el impacto psicológico negativo del aborto como resultado de los “circuitos permanentes” en el cerebro femenino


NY, 21 de septiembre de 2010
( Notifam ) – “Las mujeres tienen circuitos permanentes para las relaciones, y la relación de una mujer con su bebé es una de las más poderosas de todas, tanto si se da cuenta de ello o no. Los circuitos permanentes podría explicar muchas perturbaciones de la mujeres respecto a los sentimientos post-abortos”, escriben Evelyn Birge Vitz y Paul C. Vitz en un artículo publicado el 20 de septiembre en la revista Public Discourse.

Ver más

___________________________________________________________________________________

Estudios sobre el daño que el aborto causa a la mujer

 1. 62% de aumento de muertes por cualquier causa, 2.5 veces más riesgo de suicidio.

Comparado con las mujeres que dan a luz, las que abortan tienen un riesgo incrementado de muerte por cualesquiera causas, que se prolonga al menos durante ocho años. El mayor riesgo de muerte por suicidio y accidentes son muy notorios. Extrapolándolos a la población nacional, este efecto puede estar causando un aumento de entre 2.000 y 5.000 muertes de mujeres al año.

Southern Medical Journal, 2002

  2. Aumento de 3.5 veces en suicidios, accidentes, homicidios (los suicidios aumentan 6 veces)

Los investigadores que han analizado las muertes de toda la población de mujeres en Finlandia han descubierto que las que habían abortado tenían una probabilidad  3.5 veces más alta de suicidio, accidentes, u homicidios en el año siguiente. Las tasas de suicidio entre las mujeres que habían abortado resultaron ser 6 veces más altas que las de mujeres que dieron a luz y dos veces más altas que las del grupo de mujeres que tuvieron abortos espontáneos

European Journal of Public Health, 2005

3. Las muertes por aborto no se registran en todos los certificados de defunción.

Un estudio de los registros médicos de Finlandia ha descubierto que el 94% de las muertes de madres asociadas con abortos no son identificables si se revisan únicamente los certificados de defunción. Los investigadores descubrieron que cruzando los certificados de defunción con los registros médicos se evidenciaba que la tasa de muertes asociadas al aborto es tres veces más alta que la asociada al parto.

Paediatric Perinatal Epidemiology 2004

4. El 65% sufrieron trauma, un 31% sufrieron complicaciones médicas.

En este estudio que comparan los abortos entre mujeres americanas y rusas, el 65% de las mujeres americanas  estudiadas experimentaron múltiples síntomas de estrés post-traumático, que ellas atribuyeron a los abortos. Algo más del 14% informó de todos los síntomas necesarios para un diagnóstico clínico de estrés post-traumático inducido por el aborto, y un 84% dijo que no habían recibido asesoramiento adecuado. Un 31% sufrió complicaciones médicas con posterioridad.

Medical Science Monitor, 2004

5. El 64% de los abortos se practica bajo presión moral, el 84% de las mujeres no fue completamente informada.

En el estudio anteriorse compara las mujeres americanas y rusas que abortaron. Un 64% de las americanas dijeron que se sintieron presionadas por otros a abortar; un 84% dijo que no había recibido asesoramiento adecuado.

Medical Science Monitor , 2004

6. Tasas más altas de depresión, abuso de drogas y conductas suicidas después del aborto

En un estudio en Nueva Zelanda, las mujeres que abortaron tuvieron después tasas más altas de drogadicción, trastornos por ansiedad y conductas suicidas que las mujeres que no abortaron, incluso teniendo en cuenta las condiciones preexistentes. Aproximadamente un 42% de las mujeres con una historia de aborto provocado había experimentado una depresión grave en los últimos cuatro años (casi el doble de la tasa de las mujeres que no habían estado embarazadas y un 35% más alta que aquellas que llevó el embarazo a término).

Journal of Child Psychology and Psychiatry 2006

7. Riesgo significativamente más alto de depresión clínica

Comparado con las mujeres que llevan su primer embarazo no deseado a término, las mujeres que abortaron su primer embarazo tienen un riesgo significativamente más alto de depresión clínica, teniendo en cuenta un periodo de 8 años después del primer embarazo. 

British Medical Journal, 2002

  8. Un 65% más riesgo de depresiones clínicas

Un análisis realizado con los datos de un estudio longitudinal sobre mujeres norteamericanas financiado con fondos federales, ha revelado que las mujeres que abortan tienen un 65% más riesgo de padecer depresión clínica a largo plazo, teniendo en cuenta edad, raza, educación, estado civil, historia de divorcio, ingresos y estado psiquiátrico previo.

Medical Science Monitor 2003

9. Un 30% más riesgo de desórdenes por ansiedad generalizada

Los investigadores compararon las mujeres que no tenían una historia previa de ansiedad y las que habían experimentado un primer embarazo no deseado. Las mujeres que abortaron tenían un 30% más probabilidades de sufrir todos los síntomas asociados con un diagnóstico de trastorno por ansiedad generalizada, comparado con las mujeres que llevaron el embarazo a término.

Journal of Anxiety Disorders, 2005

10. Cinco veces más riesgo de abuso de drogas

Las mujeres que abortan tienen cinco veces más riesgo de adicciones posteriores a drogas o alcohol que las mujeres que dan a luz.

American Journal of Drug and Alcohol Abuse, 2000

11. Primeros embarazos no deseados: aumenta el abuso de drogas si las mujeres abortan

Entre las mujeres que tuvieron un embarazo no deseado , las mujeres que abortaron eran más propensas a consumir, una media de cuatro años más tarde, más frecuente y recientemente alcohol, marihuana y cocaína que las mujeres que dieron a luz. Este es el primer estudio que compara la tasa de abuso de substancias adictivas entre mujeres que han tenido embarazos no deseados.

American Journal of Drug and Alcohol Abuse, 2004

 12. Casi el doble de probabilidades de ser tratadas por trastornos del sueño, a menudo relacionados con trauma. 

En un estudio basado en registros sobre casi 57.000 mujeres sin historia previa conocida de trastornos del sueño, las mujeres tienen más probabilidades de ser tratadas por trastornos del sueño si abortaron, comparadas con las que dieron a luz. Las mujeres que abortaron tienen el doble de riesgo de ser tratadas por trastornos del sueño en los primeros 180 días desde el aborto comparado con las mujeres que dieron a luz. Numerosos estudios han demostrado que las víctimas de traumas a menudo experimentan trastornos del sueño.

Sleep, 2006

13. Un estudio basado en los registros sanitarios indica más tratamientos psiquiátricos ambulatorios.

Un análisis de los registros sanitarios de Medicaid California prueba que las mujeres que abortan requieren de significativamente más tratamientos por enfermedades psiquiátricas en régimen ambulatorio.

American Journal of Orthopsychiatry  2002

 14. Un 160% más de probabilidades de ser hospitalizadas para tratamiento psiquiátrico

Una revisión de los registros médicos de 56.741 pacientes californianas de Medicaid ha revelado que las mujeres que abortan tienen un 160% más probabilidades de ser hospitalizadas debido a tratamientos psiquiátricos en los primeros 90 días después del aborto que las mujeres que dan a luz. Las tasas de tratamiento psiquiátrico permanecieron significativamente más altas durante al menos cuatro años.

Canadian Medical Association Journal, 2003

15. Comprobar los factores conocidos de riesgo reduciría los abortos drásticamente.

Este estudio es un análisis de 63 estudios médicos que identifican factores de riesgo que predicen las reacciones psicológicas negativas al aborto. Este análisis concluye que el número de mujeres que sufre reacciones emocionales negativas debido al aborto podría reducirse drásticamente si las clínicas abortistas analizasen este tipo de riesgo en las mujeres.

The Journal of Contemporary Health Law and Policy 2004

  16. Los hijos posteriores a un aborto se ven afectados negativamente

Los hijos de mujeres que han abortado viven en hogares que les apoyan menos y tienen más problemas de conducta que los niños de mujeres sin una historia de aborto. Este descubrimiento apoya la teoría de que el aborto puede afectar negativamente a los lazos con hijos posteriores, perturbar las habilidades maternales, o afectar a la estabilidad psicológica de la mujer.

 Journal of Child Psychology and Psychiatry 2002

17. Cinco veces más probabilidad de abuso de drogas en embarazos posteriores

Entre las mujeres que llevaron a término por primera vez un embarazo, aquellas con una historia de haber abortado tienen cinco veces más probabilidades de usar drogas ilícitas y dos veces más de beber alcohol durante el embarazo. Este abuso de sustancias coloca a sus hijos en riesgo de sufrir defectos congénitos, bajo peso al nacer y muerte. 

American Journal of Obstetrics and Gynecology Dec. 2002

18. Mayor riesgo de fumar y drogarse durante embarazos posteriores

Un estudio sobre mujeres que acababan de dar a luz ha evidenciado que, comparadas con mujeres que habían experimentado otros tipos de interrupción de embarazo o nunca habían abortado, las mujeres que previamente habían abortado tienen más probabilidades de fumar, beber alcohol o consumir marihuana, cocaína u otras drogas ilegales durante el embarazo.

British Journal of Health Psychology 2005

19. El 95% de las mujeres quieren ser completamente informadas de todos los riesgos estadísticamente asociados.  

Las mujeres que están considerando someterse a una operación quirúrgica como el aborto, consideran que toda información sobre riesgos físicos o psíquicos es muy relevante para tomar una decisión. Un  95% de las pacientes deseaban ser informadas de todos los riesgos estadísticamente asociados a una intervención, incluso si la conexión causa-efecto entre intervención y riesgo no ha sido plenamente establecida. (Este hallazgo es especialmente relevante para los practicantes de abortos que aseveran que sin pruebas de que el aborto causa directamente problemas tales como depresión o cáncer de mama, las mujeres preferirían que no se les dé esa información "preocupante" e "innecesaria").

Journal of Medical Ethics, 2006

20. Las adolescentes tienen más problemas mentales tras un aborto, incluso comparado con partos de embarazos no deseados.

Un estudio representativo a escala nacional ha revelado que las adolescentes que abortan por embarazos no deseados tienen cinco veces más probabilidades de buscar ayuda por problemas psicológicos o emocionales con posterioridad, comparadas con sus equivalentes que llevaron a término embarazos no deseados, incluso después de tener en cuenta la historia de salud mental previa, las situaciones familiares y otros factores que pudieran influir en la salud mental. Las adolescentes que abortaron eran tres veces más propensas a padecer problemas del sueño y tenían nueve veces más probabilidades de consumir marihuana.

Journal of Youth & Adolescence, 2006

21. El aborto incrementa el riesgo de aborto espontáneo posterior en un 60%

Investigadores en el Reino Unido han revisado las historias clínicas de mujeres entre 18 y 55 años, analizando sus historias reproductivas y modos de vida y han encontrado que las mujeres que han abortado tienen un riesgo de aborto espontáneo posterior un 60% más alto.

BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynecology 2006

El Instituto Elliot ha participado en muchos de los estudios anteriores. Para más información, incluyendo enlaces a algunos de los estudios publicados, visitar www.afterabortion.org/news  

Citas:

1. DC Reardon et. al., "Deaths Associated With Pregnancy Outcome: A Record Linkage Study of Low Income Women," Southern Medical J ournal 95(8):834-41, Aug. 2002.

2. M. Gissler et. al., "Injury deaths, suicides and homicides associated with pregnancy, Finland 1987-2000, European J. Public Health 15(5):459-63, 2005.

3. M. Gissler, et. al., "Methods for identifying pregnancyassociated deaths: population-based data from Finland 1987-2000," Paediatric Perinatal Epidemiology 18(6): 44855, Nov. 2004.

4. VM Rue et. al., "Induced abortion and traumatic stress: A preliminary comparison of American and Russian women," Medical Science Monitor 10(10): SR5-16, 2004. 5. Ibid.

6. David M. Fergusson, et. al., "Abortion in young women and subsequent mental health," Journal of Child Psychology and Psychiatry 47(1): 16-24, 2006.

7. DC Reardon, JR Cougle, "Depression and Unintended Pregnancy in the National Longitudinal Study of Youth: A Cohort Study," British Medical Journal 324:151-2, 2002.

8. JR Cougle, DC Reardon & PK Coleman, "Depression Associated With Abortion and Childbirth: A Long-Term Analysis of the NLSY Cohort," Medical Science Monitor 9(4):CR105-112, 2003.

9. JR Cougle, DC Reardon, PK Coleman, "Generalized Anxiety Following Unintended Pregnancies Resolved Through Childbirth and Abortion: A Cohort Study of the 1995 National Survey of Family Growth," Journal of Anxiety Disorders 19:137-142 (2005).

10. DC Reardon, PG Ney, "Abortion and Subsequent Substance Abuse," American Journal of Drug and Alcohol Abuse 26(1):61-75, 2000.

11. D.C. Reardon, P.K. Coleman, and J.R. Cougle, "Substance use associated with unintended pregnancy outcomes in the National Longitudinal Survey of Youth," American Journal of Drug and Alcohol Abuse 26(1):369-383, 2004.

12. DC Reardon and PK Coleman, "Relative Treatment Rates for Sleep Disorders and Sleep Disturbances Following Abortion and Childbirth: A Prospective Record Based-Study," Sleep 29(1):105-106, 2006.

13. PK Coleman et. al., "State-Funded Abortions Versus Deliveries: A Comparison of Outpatient Mental Health Claims Over Four Years," American Journal of Orthopsychiatry 72(1):141-152, 2002.

14. DC Reardon et. al., "Psychiatric Admissions of Low-Income Women Following Abortions and Childbirth," Canadian Medical Association Journal 168(10): May 13, 2003 .

15. David C. Reardon, "The Duty to Screen: Clinical, Legal, and Ethical Implications of Predictive Risk Factors of Post-Abortion Maladjustment," The Journal of Contemporary Health Law and Policy 20(2):33-114, Spring 2004.

16. PK Coleman , DC Reardon, & JR Cougle, "The Quality of the Caregiving Environment and Child Developmental Outcomes Associated with Maternal History of Abortion Using the NLSY Data," Journal of Child Psychology and Psychiatry 43(6):743-57, 2002.

17. PK Coleman et. al., "A History of Induced Abortion in Relation to Substance Abuse During Subsequent Pregnancies Carried to Term," American Journal of Obstetrics and Gynecology 1673-8, Dec. 2002.

18. PK Coleman, DC Reardon, JR Cougle, "Substance use among pregnant women in the context of previous reproductive loss and desire for current pregnancy," British Journal of Health Psychology 10, 255-268, 2005.

19. PK Coleman, DC Reardon , MB Lee, "Women's preferences for information and complication seriousness ratings related to elective medical procedures," Journal of Medical Ethics , 32:435-438 (2006).

20. PK Coleman, "Resolution of Unwanted Pregnancy During Adolescence Through Abortion Versus Childbirth: Individual and Family Predictors and Psychological Consequences," Journal of Youth and Adolescence (2006).

21. N. Maconochie, P. Doyle, S. Prior, R. Simmons, "Risk factors for first trimester miscarriage—results from a UK-population-based case–control study," BJOG: An International Journal of Obstetrics & Gynaecology, Dec 2006. Abstract available at www.blackwell-synergy.com .

Fuente: Instituto  Elliot  AfterAbortion.org www.UnChoice.info